Todavía recuerdo cuando me echaron de la sala de cirugía en NYU por perforar un colgajo en la zona alveolar o mucosa en el momento de reflectarlo y no cuidar de ello así como no tratar de evitarlo… Razón: “…mi manejo era demasiado agresivo…”
En ese momento aprendí que además de una perforación era una POTENCIAL COMPLICACIÓN especialmente a nivel de la encía no queratinizada por encima de la linea mucogingival cuando este tejido extrafino no tiene la capacidad de promover un cierre predecible al abundar mayormente fibras elásticas y no colágenas siendo esto el principal riesgo de complicación postquirúrgica.
Hoy vivimos en el S.XXI y nuestro compromiso debe ser hacia nuestra profesión y nuestros pacientes minimizando el daño provocado sobre los tejidos en nuestras cirugías.
Hay Reglas Biológicas que deben ser respetadas con el objetivo de lograr un resultado predecible.
Al entender cómo reaccionan los tejidos a un patrón de cicatrización ya establecido, podremos predecir los resultados, comportamiento de los mismos, evitar complicaciones y hasta exprimir la biología con técnicas aprendidas de manera mucho más segura.
Tipo de incisión, instrumentación específica, técnicas avanzadas, habilidades aprendidas y el cuidadoso manejo de los tejidos marcará la diferencia entre nosotros y la competencia.
El paciente nos recordará por la experiencia vivida pre, per y postoperatoriamente. Cada uno de los eventos que se acontezcan tendrán un impacto directo sobre el paciente, nuestra profesión, nosotros mismos y sobre nuestro futuro.
Al aprender Técnicas Mínimamente Invasivas en Dental Surgery Channel® estamos asumiendo una mejor respuesta de los tejidos comparada con la cirugía tradicional y al perturbar mínimamente los tejidos y su estructura estamos evitando una sobre reacción de la respuesta durante la fase de curación.
Cuando inevitablemente una gran cirugía regenerativa debe llevarse a cabo, es importante preparar al paciente periodontalmente, físicamente (analítica, alteraciones sistémicas) y mentalmente (fumador, etc…) (Podéis ver en el Blog «Las 7 Reglas para la total preservación ósea sobre nuestros implantes y éxito a largo plazo» para repasar detalles prequirúrgicos) con el objetivo de proveer de un mejor escenario tanto a ti como Doctor así como al paciente.
Tómate tu tiempo pero recuerda que un excesivo tiempo bajo exposición de la zona quirúrgica en comunicación con el ambiente generará una mayor inflamación postquirúrugica y aumentará las potenciales complicaciones.
Hidratar la zona quirúrgica constantemente ayudará a hidratar las células ya que de otra forma la sequedad de la zona quirúrgica literalmente “matará células” por deshidratación y eso conlleva un aumento de complicaciones tempranas postquirúrgicas que luego deberemos saber resolver.
Cada una de las decisiones que tomemos pre-per y postquirúrgicamente tendrá una respuesta proporcional al daño provocado.
Con lo que recordar hacerlo bien, mejorar como profesionales sin dejar de aprender y tratar de aplicar las reglas biológicas priorizando en la cirugía mínimamente invasiva siempre que sea posible, teniendo en cuenta que los pequeños detalles marcan la gran diferencia y que la exagerada o agresiva manipulación de los tejidos no se aliará con vuestras predicciones.