En esta parte 3 de Complicaciones en Implantología repasaremos errores frecuentes de planificación en los cuales las fases quirúrgicas deben tener un orden en función del caso.
El manejo de tejidos blandos será esencial a la hora de resolver problemas derivados de la falta de volumen de tejido para proporcionar protección periimplantar.
La escasez de tejido idóneo desde el comienzo nos marcará los límites de éxito que tendremos si avanzamos en el tratamiento. Es por esto que es muy importante seleccionar el caso y en función del tipo de defecto, plantear una regeneración ósea simultánea o diferida dependiendo del escenario inicial.
Las cirugías de rescate sólo nos servirán para corregir los defectos derivados de una mala decisión, con lo que recurrir a ellas debería ser en casos aislados y derivados del mal cuidado del paciente, hábitos nocivos que alteren el resultado pero nunca como consecuencia de una mala decisión prequirúrgica.
Los injertos de encía libre se utilizan para devolver la salud periimplantar de nuestros implantes y asegurar su entorno gingival, más resistente a la proliferación bacteriana o impactación de alimentos.
El uso de mallas de titanio como I-Gen de Megagen, nos permite regenerar en sentido vertical y hiorizontal simultáneamente a la colocación de nuestro implante siempre y cuando asegurermos su estabilidad primaria así como su cierre primario.