En la práctica odontológica, los pacientes anticoagulados representan un desafío clínico debido al delicado equilibrio entre el control del sangrado y la prevención de eventos tromboembólicos. Medicar o ajustar la terapia anticoagulante sin un protocolo adecuado puede derivar en complicaciones severas. Por ello, comprender la importancia de la toma de decisiones basada en evidencia es esencial para garantizar la seguridad del paciente y el éxito del tratamiento quirúrgico, como la colocación de implantes dentales.
Anticoagulantes Comunes y sus Implicaciones Odontológicas
Los anticoagulantes más comunes, como el SINTROM (acenocumarol), warfarina, y los antiagregantes plaquetarios como el ADIRO 100 o 300 (aspirina), actúan de diferentes maneras para prevenir la formación de coágulos. En el contexto quirúrgico, estas medicaciones aumentan el riesgo de sangrado intraoperatorio y postoperatorio. Sin embargo, suspenderlos sin considerar el riesgo tromboembólico del paciente también puede ser peligroso.
La clave radica en individualizar el manejo de cada caso mediante una evaluación detallada y el uso de protocolos basados en evidencia.
Evaluación Inicial: Factores Clave
Antes de cualquier intervención quirúrgica en un paciente anticoagulado, se deben considerar los siguientes puntos:
- Tipo de anticoagulante: Identificar si el paciente está bajo tratamiento con antiagregantes plaquetarios (p. ej., ADIRO) o antagonistas de la vitamina K (p. ej., SINTROM o warfarina).
- Control de valores hematológicos: Verificar el INR (International Normalized Ratio) para pacientes con SINTROM o warfarina y asegurar que esté dentro del rango terapéutico (habitualmente entre 2 y 3 para la mayoría de las indicaciones).
- Riesgo tromboembólico: Determinar si el paciente tiene un alto riesgo de complicaciones tromboembólicas, como en casos de fibrilación auricular, trombosis venosa profunda o válvulas cardíacas mecánicas.
- Riesgo de sangrado quirúrgico: Evaluar el tipo de procedimiento. La colocación de implantes es un procedimiento quirúrgico considerado de riesgo moderado a alto según la extensión del mismo.
Medidas Intraoperatorias y Postoperatorias
Para minimizar el sangrado y promover una buena cicatrización, es esencial aplicar medidas hemostáticas locales durante y después del procedimiento:
- Uso de agentes hemostáticos locales como esponjas de colágeno o ácido tranexámico en gasa.
- Suturas compresivas para estabilizar los tejidos.
- Enjuagues con ácido tranexámico al 5% durante los primeros días postoperatorios.
Conclusión
El manejo adecuado de pacientes anticoagulados en procedimientos de colocación de implantes dentales no solo asegura la seguridad del paciente, sino que también contribuye al éxito del tratamiento. Una toma de decisiones informada, basada en protocolos claros y adaptada a las necesidades individuales del paciente, es fundamental.
Proveer a los odontólogos de herramientas prácticas como la tabla de toma de decisiones permite abordar estos casos con confianza y eficacia, garantizando así una atención de calidad. Si deseas descargar la tabla presentada en este artículo, puedes acceder a ella a través de este enlace: Tabla Toma de Decisiones en Pacientes Anticoagulados en Implantología